Llega el otoño

El domingo 23 de septiembre, cuando nuestros relojes marcaron las 03:54 a.m. (hora oficial peninsular) se produjo el equinoccio de otoño y comenzó esa estación para los habitantes del hemisferio norte de la Tierra y la primavera para los del sur. 

Crédito de la imagen (fotografía y retoque digital): César González Arranz (Planetario de Madrid).

¿Qué es lo que ocurre exactamente cuando decimos que se ha producido el equinoccio de otoño? 

Si pudiésemos trazar con un lápiz la trayectoria del Sol por el cielo obtendríamos un enorme círculo llamado eclíptica (en la imagen superior es la fina línea azul punteada que pasa por el centro de las constelaciones del Zodiaco). En ella hay cuatro posiciones interesantes que ocupa el Sol a lo largo del año. Ayer alcanzó una de ellas, donde la eclíptica corta al ecuador celeste; este punto recibe el nombre de equinoccio de otoño o punto Libra y sucedió a las 03:54 a.m. En el día de ayer, la duración del día y la noche es la misma, tenemos las mismas horas de luz que de oscuridad. En el equinoccio de otoño, el Sol pasa del hemisferio norte del cielo al sur, comenzando el otoño para los habitantes del hemisferio norte de la Tierra y la primavera para los del sur.

Imagen extraída de la web Astronomía para todos
Fijaos, por otra parte, que el punto Libra, se sitúa en la constelación de Virgo, y no en la de Libra. Este desplazamiento es provocado por el movimiento de precesión de nuestro Planeta, que tiene un periodo de 26.000 años. Este se asemeja al que realiza una peonza que además de estar girando sobre sí misma describe al mismo tiempo una especie de cabeceo. Pues bien, este cabeceo lo traza la Tierra provocando que los signos del Zodiaco se desplacen con respecto de las constelaciones del Zodiaco. Hace 2.000 años, cuando se instauró el sistema del Zodiaco, coincidían. En la actualidad, no.


Por otro lado, tenemos que el Sol, a lo largo del año, dibuja en el cielo (siempre desde un mismo lugar) diferentes trayectorias y, al mediodía, alcanza distintas alturas sobre el punto cardinal sur. Es el día en que da comienzo el verano cuando está más alto; y se sitúa en su posición más baja (con respecto del horizonte sur) cuando se inicia el invierno. Nuestra estrella se posiciona en un punto intermedio los días en que empieza la primavera y el otoño, como el pasado domingo. Para la ciudad de Madrid, y todos los lugares que tengan su misma coordenada de latitud (40º N), esa altura intermedia es de 50º, la que tendrá el Sol el domingo a mediodía (ver la imagen del cielo en la cúpula del Planetario de Madrid).

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